Aquel sábado de Mayo, el despertador sonó más temprano de lo normal. Mi amigo Ulas y yo habíamos quedado en recepción para ir juntos a la parada del autobús que debía llevarnos al Oeste de Filadelfia. Era la primera vez que cogía ese autobús y no sabía muy bien todavía como funcionaba el sistema, si debía pagar antes o al bajarme de él. Tampoco sabía donde debía bajarme, pero la gente del autobús nos ayudó, porque lo importante era que llegaramos a tiempo. Y llegamos, porque 45 minutos antes de la hora nosotros ya estábamos allí. Fuimos a donde se suponía debía estar el Trolley (una especie de tranvía turístico con ruedas que básicamente funciona como cualquier coche) pero ni rastro de aquel módulo rojo. Subimos y bajamos la calle como 4 veces (una calle en pendiente que se tardaba unos 10 minutos en recorrer), hasta que el tiempo se hizo importante, ya que el Trolley se iría a las 10h con o sin nosotros. Corrimos arriba y abajo, buscando el número o la sede del Bank of America, que es desde donde estaba planeada la salida, pero ni rastro. Número cuatrocientos y pico, y allí no había banco... el banco estaba en el número 1. Debíamos tomar una decisión, ya faltaban sólo 5 minutos, o para arriba o para abajo, pero si nos equivocábamos ya no habría tiempo de rectificar. Decidimos probar suerte e ir al que los habitantes decían ser el único Bank of America de la zona, al número 1 de la misma calle de cuyo nombre no puedo acordarme. Pero al llegar, corriendo cuesta arriba, vimos que allí, no había Trolley... Decidimos tomar un taxi para bajar la cuesta más rápido y llegar al sitio al que originalmente habíamos llegado y que coincidía con la dirección que teníamos. Encontramos uno, que no tenía muy claro donde tenía que ir, y no había mucho tiempo para explicaciones. Nos bajó la cuesta y nos llevó al lugar, pero ya era tarde. Eran las 10h de la mañana y no había ni rastro del Trolley que nos debía llevar a ver de forma gratuita los murales del Oeste de Filadelfia. Habíamos cruzado la ciudad en balde. Yo ya había tomado ese tour anteriormente cuando vino Sergio a visitarme. El Oeste de Filadelfia es el que dio origen a los murales y no es zona segura para recorrerlos por cuenta propia, con lo que lo mejor es hacerlo en una visita organizada como las que ofrece el Mural Arts Program. Pero aquel día eso no iba a ocurrir, aunque seguro habría alguna que otra sorpresa. Ulas y yo decidimos tomar el mismo autobús de vuelta a casa.
Habíamos quedado para comer con nuestro amigo Xianjian, que quería llevarnos a un buffet chino a las afueras de la ciudad, el Empire Buffet. Unas horas después del incidente del Trolley aparecía Xianjian en su coche, sonriendo, en medio de una cola de coches que parecía interminable. Nos subimos al coche y sincronizó su GPS para llevarnos al sitio correcto, al Sur de Filadelfia. Pero, por cuestiones desconocidas acabamos en el Norte... y por el camino, como por arte de magia, se me iban apareciendo murales en cada esquina. Salían de la nada ocupando muros gigantes y múltiples causas. Qué hermosa ciudad que da igual que te pierdas siempre tiene algo que ofrecerte! Aunque por el Norte mejor perderse en coche ya que dicen que no es zona segura. Estas son algunas de las fotos que pude tomar desde el coche.
Se más fuerte que la diabetes - Be stronger than diabetes
Este mural es para concienciar a la gente de que hay que comer de forma equilibrada.
Paisaje tropical - Tropical landscape
En el norte viven las comunidades hispanas entre otras, y hay muchos murales con paisajes como este, que les recuerdan la belleza de sus países de origen.
Pedal thru (Bikin' in the O-Zone)
Este mural está situado en un centro de fitness. Es una gran bicicleta viajando sobre la ciudad. Si os fijáis podéis ver los pedales justo en frente, y las dos ruedas gigantes una a cada lado. La ciudad está representada por su bosque a la izquierda (Fairmount Park), los rascacielos azules a la derecha, símbolo de Filadelfia, y sus puentes con el río pasando por debajo. El fondo está lleno de nubes. Podéis verlo en grande aquí.
El valor de la familia - The value of family
Quizás, el mayor servicio social que uno puede hacer para la humanidad, es cuidar de una familia. Así está escrito sobre este mural que pertenece al centro social NET.
Después de unas cuantas vueltas y de volver a sincronizar el GPS, llegamos a nuestro destino. Nos fuimos a comer especialidades chinas y estaba todo riquísimo. Lo que aún no sabíamos, es que este iba a ser un día para recordar. Al salir del restaurante, mi amigo pregunta que donde están las llaves del coche. Mmmm... si tú no lo sabes... Nos dirigimos al coche, y allí estaban, brillando al sol como si nos estuvieran tomando el pelo. Allí mismo, casi podíamos tocarlas si no hubiera sido porque las ventanas estaban cerradas al igual que las puertas. ¡No pudimos contener la risa! ¿Qué más cosas nos tendrían que pasar? Parecía que el día no nos lo ponía muy fácil, ¡pero decidimos reírnos de él! Xianjian llamó a su mujer, embarazada de unos cuantos meses, para que le trajera las llaves. Claro que, ella tenía que tomar un par de autobuses para llegar a aquel lugar remoto donde Xianjian nos había traído a comer. En un principio, iba a tardar una hora o así, por lo que decidimos explorar la zona. Nos pusimos a andar y vimos que cerca de allí había un parque y nos dirigimos a él. Cuando llegamos se nos quedó la boca abierta del mural que había pintado en frente de nosotros: Héroes cotidianos (Everyday heroes).
Héroes cotidianos - Everyday heroes
El mural, situado en el Murphy Recreation Center (ya me imaginaba que algo tendría que ver Murphy en todo esto), lo pintó el artista Jason Slowick junto con un grupo de jóvenes. Esto es una iniciativa del Mural Arts Program. El grupo llamado Big Picture (La gran imagen) lo forman jóvenes de entre 10 y 18 años a los que se les da la oportunidad de trabajar en grandes murales en conjunto con un artista. Esto les enseña como trabajar en equipo, dedicación y creatividad, al mismo tiempo que se acordarán de la experiencia el resto de su vida. En este caso, el mural representa a gente del barrio, pequeños héroes para estos jóvenes. Voluntarios, médicos, padres, mentores, trabajadores sociales, policias... trabajadores cotidianos que hacen que las vidas de algunos de estos jóvenes sean un poquito mejor.
Aquí se puede ver, pintado en uno de los muros, el esquema de las personas que aparecen en él junto con el trabajo que desempeñan.
Y es que un héroe no tiene porque ser un deportista o alguien famoso, puede ser simplemente alguien de la comunidad que impacte en las vidas de los que les rodean. En el muro de al lado, se han dibujado símbolos de los distintos oficios valiosos para la sociedad y frases de apoyo que indican que se puede contar con esta gente en caso de necesidad.
Maestro, policía, bombero, médico... son profesiones representadas en este trozo de mural.
No se nos ocurrió otra cosa que ponernos a saltar y tomarnos fotos. Esto es una cosa que me encanta desde que tengo la cámara reflex y hago que todo el mundo salte.
Xianjian y Ulas
Y entonces llegaron ellos, uno en bicicleta y dos a pie. Los niños se pusieron a mirarnos con asombro mientras nosotros seguíamos saltando, fotografiando y riendo con los resultados (especialmente con la expresión de Xianjian al saltar...). Y los vimos tan deseosos de saltar... que los invitamos a unirse a nuestra locura. No os podéis imaginar los saltos que nos regalaron, esas risas que se han quedado grabadas en mi memoria para siempre.
Cada vez que saltaban salían disparados hacia mí para verse en la cámara. Y es que dudo que hubieran visto alguna cámara en su vida, y menos a ellos mismos saltando en las fotos. Querían otro más y otro más y yo me lo estaba pasando en grande con ellos. El más mayor de los tres debió pensar que aquello era cosa de niños, pero yo le vi la cara de querer, y al final se unió al grupo saltarín.
Y es que saltar tiene beneficios para el alma, ¿lo habéis probado? Ver a aquellos pequeños héroes cotidianos saltando no podía ser mejor.
Y es que saltar tiene beneficios para el alma, ¿lo habéis probado? Ver a aquellos pequeños héroes cotidianos saltando no podía ser mejor.
Nos despedimos de los niños, pensando que la mujer de Xianjian vendría pronto. Me habría gustado poderles mandar sus fotos, pero me dijeron que ellos no tenían ordenador, no estoy segura de si habrían visto alguno en su vida, era una zona pobre al Sur de Filadelfia, sin muchos recursos. Los niños nos dijeron adiós hasta que ya no pudieron vernos más, y siguieron jugando en el parque. Nosotros esperamos de nuevo en la zona comercial, y fue entonces cuando la mujer de Xianjian llamó para decirle que llegaría un poco más tarde, que la acercaba un amigo con el coche, pero que antes iban a matadero de pollos para que les dieran uno fresco. Nos dijo Xianjian que eso era muy común. Así que, como parecía que aún estaríamos por allí un poco más, nos perdimos de nuevo entre las calles de aquel barrio en busca de más maravillas. Y alguna que otra nos encontramos, pero eso os lo contaré más adelante.
Xianjian y su mujer cuando le trajo las llaves.
Finalmente, aunque nadie lo habría adivinado por como empezó, fue un día perfecto. Y aún hoy, después de varios meses, me pongo a pensar en el sitio de mi recreo, donde me lleva mi imaginación de vez en cuando, y no puedo evitar que se me escape una sonrisa.
Donde nos llevó la imaginación
donde con los ojos cerrados
se divisan infinitos campos
Donde se creó Ia primera luz
germinó la semilla del cielo azul
volveré a ese lugar donde nací
De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo
De nieve, huracán y abismos
el sitio de mi recreo
Viento que en su murmullo parece hablar
mueve el mundo y con gracia le ves bailar
y con él el escenario de mi hogar.
Mar bandeja de plata, mar infernal
es un temperamento natural
poco o nada cuesta ser uno más.
De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo
De nieve huracán y abismos
el sitio de mi recreo,
Silencio, brisa y cordura
dan aliento a mi locura
Hay nieve, hay fuego, hay deseos
allí donde me recreo
(Antonio Vega)
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In English here.
11 comentarios:
Preciosa historia Sylvia y preciosa manera de contarla.
A veces encuentras placeres insospechados donde menos te lo esperas y esto es prueba evidente de ello.
Quizás podías haberles pedido su dirección y enviarles las fotos reveladas por correo. Aún así se ve que no fuistéis los únicos en disfrutar.
Creo que voy a seguir tu ejemplo y voy a poner a saltar a todo el mundo.
¡Feliz semana!
Me encanta este post.
Y las fotografías son estupendas. Qué gracia me hizo la de la diabetes (en mi familia hay unos cuantos...), es difícil concienciar de algo hasta que no te sucede.
Hermosos recuerdos!
Desde que lei de los murales en tu blog, he anotado a Filadelfia como uno de mis lugares pendientes y estas fotos lo reafirman, QUIERO IR A FILADELFIA!
Es un gran placer caminar ir descubriendo colores, formas, gente.
Tengo una duda, porque con la reflex pones a saltar a todo mundo? Acaso se toman mejores fotos saltarinas?
Un abrazo
Coco
Me encantó tu "despropósito de día".
Había visto las fotos en flickr y me había quedado alucinada (que obras de arte: la foto y el mural)
Me encanta ANtonio Vega, era todo un poeta.
Besitos y disfruta del buen tiempo
Conchi
Me encantan los niños saltando. Me encantan los murales, me fascina la canción y que después de tantas complicaciones el resultado sea el recuento de un día maravilloso.
Besitos
Una hermosa historia. Como un día que empezó regular se convirtió en uno digno de recordar. Me encanta tu forma de contar.
Las fotos son una pasada... Yo también ando practicando saltos. Es genial las caras que se sacan en esas fotos.
Saludos.
Que buena historia...al final la pasaron muy bien e hicieron sonreír a esos niños ¿con la reflex es más fácil captar los saltos? disculpa mi ignorancia jajaja.
Ahh y los murales una belleza.
Saludos
María, totalmente de acuerdo, las cosas más increíbles pasan cuando uno menos se lo espera. En aquel momento no pensé en pedirles la dirección, además que quizás no me la habrían dado... Un email no es lo mismo, pero les dejaba preservar su anonimato. Prueba a saltar, verás que ya no podrás parar...
Issa, los murales conciencian de muchas cosas, eran mis encuentros favoritos en Filadelfia.
Coco, Filadelfia puede parecer una ciudad industrial a la llegada, pero tiene muchas cosas bellas y dignas de ver. Iré poniendo más cositas poco a poco... es que no tengo mucho tiempo extra ultimamente. Con la reflex puedes captar a gente en movimiento, cosa que con las compactas salen borrosas la mayoría de las veces. Te pongo un ejemplo, tomé la misma foto de Sergio saltando con una y con la otra. Con la reflex salía perfecta, y con la otra, como no pudo enfocar hasta que el movimiento paró, disparó la foto cuando Sergio ya estaba en tierra.
Conchi, muchas gracias, a mí también me gusta Antonio Vega, el maestro. Aunque como muchos otros genios fuera víctima de su adicción.
Sory, muchas gracias! Qué tal va tu verano?
Lina, muchas gracias, las fotos saltarinas son mis favoritas!
Antonieta, muchas gracias. Sí, como le he explicado a Coco, con la reflex las fotos de saltos salen perfectas.
Muchas gracias a todas por vuestros lindos comentarios!! Un besote!
Sylvia me encanta leerte!!
eres un bálsamo para el alma...gracias por compartirlo!
un abrazo
Muchas gracias Chitty por tan bonitas palabras!
Besitos!
Oye he leído tu historia mas de dos veces y no te había dicho que me encanta.
Pasaste toda una aventura con un final feliz y con un medio muy enriquecedor.
Gracias por compartirla.
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