(Doing Yoga in Egypt - English translation at the end of the post)
Esta ha sido mi clase de Yoga durante estos casi 4 meses que llevo aquí. Hasta la fecha, cada miércoles, a las 5h30 tenía una cita con la tercera esfinge más grande del mundo. Ayer era mi última clase antes de mi vuelta a Nottingham. Como cada miércoles, me dirigía a mi tan ansiado encuentro, aunque en esta ocasión la clase había sido cancelada y la esfinge dormía plácidamente sobre su lecho de piedra, mientras yo me moría de ganas por experimentar una vez más esa sensación de hacer Yoga en un museo con esa luz ténue y rodeada de jeroglíficos.
Nuestra clase solía ser en la sala del Antiguo Egipto, aunque a veces nos llevaban a descubrir otras culturas como la Maya o la China y la sensación era totalmente distinta pero igualmente sensacional.
Me encanta la nube de sombra que crea la columna con el juego de luces.
Yo empecé a hacer Yoga hace tres años y fue aquí mismo en Philadelphia. Sergio estaba haciendo una estancia en la Carnegie Mellon University, en Pittsburgh, como parte de su tesis. Yo, dejé mi trabajo en Valencia y me fui a visitarlo un par de meses, antes de empezar mi tesis en Nottingham. El que hoy en día es uno de mis supervisores de tesis, y que trabaja aquí en Philadelphia, me invitó a visitar su grupo durante una semana. Él también es profesor de Yoga los sábados por la mañana y nos invitó a Sergio y a mí a unirnos a su clase esa semana. Sergio había venido de Pittsburgh para conocer la ciudad durante el fin de semana y nos fuimos los dos a la que fue nuestra primera clase de Yoga. A esta siguieron muchas otras y ya forma parte de mi vida.
En esta ocasión, cuando llegué a Philadelphia, me decidí a buscar una clase de Yoga cerca de mi casa. Inicialmente mi idea era apuntarme a un curso en la Universidad, pero cuando fui estaban llenos, así que busqué otras alternativas y me encontré con estas clases tan originales. Decidí probar y me quedé. Las clases se desarrollan cada miércoles en el Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad de Pennsylvania. La profesora Lauren me gustó mucho. Ella nos contó que estas clases empezaron cuando ella trabajaba en el museo. Un día empezó a enseñar Yoga a sus compañeros. Poco a poco se fue creando costumbre y hoy en día está abierta a cualquiera que quiera hacer Yoga. Normalmente eramos unos 3 o 4 en clase, aunque a veces venía más gente, pero eran grupos reducidos.
Cuando entré por primera vez a la clase, esta es la primera imagen que vi de la sala egipcia. Ahí mismo, en frente de la esfinge es donde hacíamos Yoga durante hora y media. Ahí es donde, a la hora de relajarnos, cerrábamos los ojos y nos dejábamos llevar a otros tiempos, a otras tierras, a otros sueños.
Como os podéis imaginar, me voy de aquí pronto, ya sólo un par de días y vuelo de nuevo a Nottingham donde me espera mi amado Sergio con los brazos abiertos!
Si alguna vez tenéis la oportunidad de hacer Yoga en un Museo, os lo recomiendo! Es una sensación única!
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This has been my Yoga class during these 4 months. Until now, each Wednesday at 5.30 pm, I had a date with the third biggest sphinx in the world. Yesterday, my last class before coming back to Nottingham was supposed to take place, but it was cancelled. The sphinx was sleeping quietly on her stone bed, while I was dreaming of having my last Yoga class in that place again surrounded by hieroglyphs in fainted light.
Our class used to take place in the Ancient Egypt, but sometimes we went to other cultures like the Mayan or the Chinese. The feeling was totally different but equally amazing!
I started Yoga three years ago and it was here in Philadelphia. Sergio was doing an internship at the Carnegie Mellon University, in Pittsburgh, as part of his PhD. I came here on holidays for a couple of months before starting my own PhD in Nottingham. The person that is nowadays one of my PhD supervisors, who works here at the University of Pennsylvania, invited me to visit his group for a week. He is also a Yoga teacher on Saturdays and he invited me and Sergio to join him that week. Sergio came from Pittsburgh to visit the city during the weekend and we both went to our first Yoga class. Many more came after this one, and now it is part of my life.
In this occasion, when I arrived to Philadelphia, I was looking for a Yoga class nearby my house. Initially, I was thinking in taking a course at the University, but they were all booked, therefore I had to look for other alternatives. I found these original classes, taking place each Wednesday afternoon at the University of Pennsylvania Museum of Archaeology and Anthropology. I also liked the teacher Lauren. She told us that this started when she was working at the museum. One day, she decided to create a Yoga class for her colleagues. Later on, this became a tradition and nowadays everybody is welcome to join the class. We were usually 3 or 4 people in the class, some days a bit more.
When I first came to the class and saw the room, I was amazed. We used to do Yoga in front of the sphinx. And in that space, we used to do the relaxation at the end of the class. We closed our eyes and let ourselves go to other times and other worlds.
As you can imagine I am leaving Philadelphia soon. I am coming back to Nottingham where my love Sergio is waiting for me. If you ever have the chance of doing Yoga in a Museum, I really recommend it! It is unique!
9 comentarios:
Qué sitio más original para practicar cualquier tipo de actividad, en especial Yoga.
Nunca he ido a una clase, pero tiene que ser excitante.
Saludos.
Vaya experiencia hacer yoga en esas salas, tiene que imponer!
Feliz retorno!
Un abrazo, Ana.
Con la boca abierta me has dejado. Así me apunto a yoga o lo que haga falta.
¡Buen viaje!
Wow! Que bello lugar para meditar y relajarse.
Hace tiempo iba a yoga y es tan relajante... Regresaré!
Feliz viaje de regreso, donde te esperan con los brazos abiertos!
Saludos
Lina, Bienvenida!! Es realmente un sitio único para hacer yoga. El yoga es muy sano y tiene muchos beneficios para la salud, si lo pruebas alguna vez lo verás. Muchas gracias por pasarte por aquí.
Ana, impone y es como mágico! Muchas gracias, salgo en unas horas!
María, jajajajaja... pues sí, aunque sólo sea por vivirlo una vez! Muchas gracias, espero que se me haga corto!
Coco, sí, el yoga ayuda mucho a relajarse y a concentrarse mejor. A mí me va muy bien. En Nottingham me están esperando ya desde hace tiempo!
Muchas gracias chicas, sois encantadoras!
Un besote y que pasési una felíz semana!
Pues si, muy original, pero creo que muy adecuado por la luz ténue y la tranquilidad! Una buena idea! Un saludo!
Estoy que muero de envidia!! QUE LINDA EXPERIENCIA...
Nunca he hecho yoga, pero me lo han recomendado y ahora con tu entrada estoy mas que convencida de probar.
Que rico regresar a los brazos de la persona amada, me imagino tu emoción y no es para menos.
Felicidades por tantos logros Sylvia, soy tu fan.
Cuando empece a leerlo pense q d verdad estabas en Egypto!!! q habias ido en un tour o algo asi!
q comico!
Se ve espectacular, la senascion debe ser buenisima...
hoy hice Yoga, empece la semana pasada =)
estoy super contenta. Hace como 3 años habia hecho como por dos meses y lo deje.....y entre una cosa y otra no lo retome hasta ahorita!!!!! q horror!!!
nada q ver con tu museo, aunque los jueves en la mañana la hacemos al aire libre, al lado d una piscina llena d palmeras y esta bastante bien...se llama sunrise Yoga.
Le voy a tomar foticos el jueves.
quiero hacerla en la playa...
Cris, sí, era un ambiente ideal para el yoga...
Alesi, qué graciosa!! Muchas gracias! Te recomiendo que pruebes el yoga aunque sea una vez. A veces cuesta encontrar el maestro adecuado o el estilo de yoga que más se adapta a tí, pero tiene muchos beneficios para el cuerpo y la mente. Ya me cuentas si al final te animas!! Por cierto, es verdad, lo mejor de Nottingham es que Sergio estaba aquí! ♥
Migdy, qué risa!!! te debió de extrañar... jajajaja... aunque como viajamos tanto pues ya no sorprende mucho la verdad! Me encantaría conocer Egipto pero tendré que esperar un poco...
Decirte que la sensación es mágica. Hacer yoga en un museo es fantástico. Qué bueno que lo retomaste. A mí me hace tanto bien que no puedo imaginarme dejarlo en estos momentos. Lo de hacer yoga al aire libre me encanta, y parece idílico si te rodean palmeras! Qué suerte! Aquí no se me ocurriría hacerlo al aire libre porque me congelaría... jajajaja...Ya estoy deseando ver tus fotos! En la playa debe de ser muyyyyy relajante... tendré que probar!
Un besote a todas y muchas gracias por vuestros comentarios!! ♥
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